Esto porque Costa Rica se unió la Red Intersectorial Latinoamericana de Política Fiscal para Control de Tabaco, entidad que busca fortificar los impuestos como otro camino para reducir el consumo.

La recaudación del 2016 por el ingreso de impuestos al tabaco asciende a ¢32.000 millones, sin embargo, un estudio reveló que estos impuestos no logran cubrir ni el 30% de los gastos en los que incurre el sistema de salud para atender las enfermedades causadas por el fumado.

Parte de la lucha que tendrá esta organización, la cual es representada por la Red Nacional Antitabaco (Renata), el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Salud, es también poner freno a la distribución de los cigarrillos electrónicos.

Las empresas tabacaleras lanzaron el grito al cielo por este aumento que se viene, tal es el caso de la Tabacalera Costarricense, quienes, según su vocera Susana Salas, indican que esto causaría una inestabilidad en el mercado y más consumo de productos de contrabando.

No obstante, la red no bajará los brazos y se encausará en la revisión de los tributos actuales y su eventual aumento, pues está comprobado que esta es una de las medidas más efectivas para bajar el fumado entre la población, principalmente en los más jóvenes. (Fuente Nación.com)