Oh my Gosh, Ortega logra de esta manera su tercer mandato consecutivo, instaurando en este país centroamericano una nueva dinastía familiar, con su mujer, vicepresidente, en la línea de sucesión constitucional si el presidente llegara a faltar, algo que podría confirmar lo que se habla desde hace algunos años: Ortega estaría viviendo una enfermedad incurable.

El Tribunal Electoral había anunciado que presentaría los resultados preliminares hacia las ocho de la noche, hora local, pero los hizo público casi cuatro horas después. Es una institución seriamente cuestionada a lo interno, pero también por organismos como la Unión Europea y la OEA. Se le señala de contar los votos al ritmo que marca el presidente.

Fijate vos que con este resultado Ortega intenta legitimar su mandato y demostrar apoyo a su modelo de gobierno autoritario, basado en una alianza con el sector empresarial, exclusión de la oposición, acoso a la prensa independiente y control total de todas las instituciones del Estado. Un modelo instaurado desde 2007, cuando regresó al poder tras 16 años liderando la oposición, y que ahora comparte oficialmente con su mujer. En Nicaragua, el poder queda en familia. (Fuente internacional.elpais.com)