El proyecto se llama “Cicret Bracelet”, una pulsera que proyecta con notable fidelidad la pantalla del teléfono (Android o iPhone) al que está conectado en el antebrazo de la persona que lo lleva puesto.

La pulsera es resistente al agua así que es utilizable en casi cualquier circunstancia y permite hacer llamadas telefónicas o escribir un mensaje de texto mientras se está bajo la ducha.

La idea fue lanzada en 2014 por un grupo de emprendedores que buscaron recaudar desde su web USD 500.000 entre pequeños donantes para desarrollar el producto. Con ese dinero, ya han desarrollado dos prototipos y esperan tener el producto final a la venta en 2017.

Prometen que el brazalete funcionará con cualquier color de piel y que, gracias a su sistema bluetooth y wifi autónomo, podrá funcionar incluso cuando el teléfono esté lejos de su propietario.

El precio final del brazalete será de USD 300, pero quienes hayan donado dinero para su desarrollo tendrán descuentos o hasta podrán recibir uno gratis, de acuerdo con el monto de su donación. (Fuente Infobae)