Los 220 africanos, aparentemente provenientes de la República del Congo, llegaron el jueves a Peñas Blancas, frontera entre Costa Rica y Nicaragua, donde no pudieron continuar su camino por el resto de Centroamérica con destino a Estados Unidos.

Nicaragua cerró su frontera el pasado 15 de noviembre del año pasado, alegando razones de seguridad ante la ola de migrantes cubanos que intenta llegara a EE.UU., y está impidiendo el paso a todo migrante irregular.

Las autoridades costarricenses los trasladaron entre este jueves y domingo en autobuses hasta Paso Canoas, frontera con Panamá, país por el que ellos dicen haber ingresado.

El portavoz del Ministerio de Seguridad, Carlos Hidalgo, dijo a Efe que los africanos iban a reingresar a Panamá, pero las autoridades policiales de ese país lo impidieron, por lo que han quedado en la incertidumbre.

Al no contar con visa, Costa Rica no les permite ingresar a su territorio y al parecer Panamá tampoco.

Hidalgo explicó que los africanos se encuentran custodiados por la Policía en la frontera.

Según la información de las autoridades de Costa Rica, los migrantes africanos ingresan al continente americano a través de Brasil y desde allí comienzan una larga travesía por tierra hacia el norte con el fin de llegar a Estados Unidos.

También se han detectado flujos de migrantes asiáticos que utilizan esa ruta.

La situación de los migrantes africanos se ha sumado a la de unos 3.500 cubanos que se encuentran varados en Panamá en su ruta a Estados Unidos, de los cuales, unos 2.000 están del lado panameño de la frontera con Costa Rica.

Costa Rica ha dicho que no otorgará visas a los migrantes cubanos y africanos irregulares, porque no tiene capacidad de albergarlos en su territorio como lo hizo con 8.000 cubanos entre noviembre y marzo pasados, quienes quedaron varados por la decisión de Nicaragua de no permite el paso.

Unos 1.000 cubanos ingresaron a la fuerza a Costa Rica el pasado miércoles, pero fueron devueltos a Panamá. (Fuente diariolibre.com)