La idea fue planteada por la organización ‘Ya no más Recope’, quienes ya se han manifestado en otras ocasiones, porque no avalan que la institución del Estado maneje el suministro de combustible a nivel nacional.

Según los que plantean la idea, Recope ha incluido en sus costos operativos los gastos de su convención colectiva haciéndolos pasar como costos derivados para la compra venta y distribución de hidrocarburos, cargándonos a los ticos en la factura de la misma, pagado por servicios de soda, bonos por convertirse en padre y madre, fiestas y actividades recreativas por años, entre otros beneficios.

Los reclamos van también porque nos han vendido la gasolina muy cara, mientras el precio del crudo se ha mantenido muy barato.

Para ‘Ya no más Recope’, la institución estatal debe reestructurarse, ya que piensan que están en una zona de confort al no tener que ser eficientes ni competitivos.

Otra de las molestias es el destino que se le da al dinero, pues lo que se recauda por el impuesto a los combustibles sirve al Gobierno como una ‘alcancía’ para pagar sus planillas, pluses y beneficios desbordados y el fin es mejorar la infraestructura vial, situación que no se ve en Costa Rica.