El director de la división de móviles de la compañía, Koh Dong-jin, ha explicado en una rueda de prensa que el problema afecta a la batería cuando se está cargando.

Tras la pertinente investigación, Samsung se ha ofrecido a cambiar los más de un millón de terminales que estaban ya en circulación para revisarlos y reemplazar su batería por otra en caso necesario.

Según fuentes cercanas a Samsung, la incidencia solo afecta a uno de cada mil terminales, pero es imposible determinarlo sin un examen detenido.

El primer aviso del problema surgió en Australia, donde las tiendas han paralizado la venta del terminal y los operadores han comenzado a informar a los propietarios del teléfono del problema para coordinar su devolución.

La peor parte es que Samsung se ha visto obligada a suspender temporalmente el lanzamiento internacional del Note 7. El incidente es un auténtico jarro de agua fría para la compañía que llega en el peor momento posible: a solo una semana de la presentación del nuevo iPhone. (Fuente Gizmodo.com)