El órgano rector del fútbol mundial sancionó a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile con una multa superior a 30.000 dólares y le prohibió a la selección nacional jugar dos fechas oficiales en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos en Santiago debido a “cantos homofóbicos por parte de los fanáticos que ya venían precedidos de sanciones por incidentes similares ocurridos durante la fase preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018”.

La FIFA sancionó a otras Federaciones de fútbol Latinoamericanas por «casos individuales relacionados con incidentes que implican conductas discriminatorias y antideportivas por parte de los fanáticos, incluyendo cánticos homofóbicos».

México ya había sido sancionado enero del 2016 por conductas antideportivas en sus tribunas y fue multado con 20.000 mil dólares por esos cánticos, motivo por el cual la federación de fútbol local (Femexfut) presentó a finales de marzo la campaña «Abrazos por el fútbol» en un intento para eliminar los gritos considerados como homofóbicos de los estadios del país.

La FIFA sancionó también en enero de 2016 a las federaciones de fútbol de Argentina, Chile, Honduras, Perú y Uruguay “por incidentes de conducta antideportiva perpetrados por hinchas”