Seguro pensarás: “¿por qué simplemente no le dijo a su esposa lo que estaba pasando?”, y como bien ha de conocer el carácter de su mujer, tal vez pensó que sería inútil entrar a una discusión sin fin, así que mejor buscó solucionar él mismo la situación.

Una noche de 1994, luego de ver la película Sueño de fuga, tomó una cuchara y empezó a cavar, usando ahora los ronquidos como motivación para alcanzar su objetivo.

En 2009 por fin alcanzó la meta, cuando el otro extremo del túnel llegó al baño de mujeres y al cuarto de limpieza del bar, así que cada noche desde entonces, mientras su mujer empezaba con su sesión de ronquidos, cerca de las 11 de la noche, él escapaba por un par de horas para tomarse unas cervezas con sus amigos.

Al principio se angustiaba un poco, pensando que su mujer tarde o temprano lo descubriría, pero después se relajó, e incluso regresaba cantando por su túnel, sin que la roncadora ni el dueño del bar se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo.

En 2009 por fin alcanzó la meta, cuando el otro extremo del túnel llegó al baño de mujeres y al cuarto de limpieza del bar, así que cada noche desde entonces, mientras su mujer empezaba con su sesión de ronquidos, cerca de las 11 de la noche, él escapaba por un par de horas para tomarse unas cervezas con sus amigos.

Al principio se angustiaba un poco, pensando que su mujer tarde o temprano lo descubriría, pero después se relajó, e incluso regresaba cantando por su túnel, sin que la roncadora ni el dueño del bar se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo. (Guía del Varón)