Por esta razón muchos abuelitos han sido separados, ya que algunos se encuentran más graves que otros.

Nick Avtges, de 88 años, es uno de ellos. A Nick no se le permite acercarse a su esposa, quien se encuentra aislada por un problema de salud que tiene. Pero el abuelo es un romántico e hizo lo impensable con tal de ver a su querida esposa: consiguió una grúa para poder subir a su ventana.

Marion Avtges se encuentra en el Centro de Rehabilitación y Enfermería Maristhill, en Massachusetts, Estados Unidos, donde es debidamente cuidada, estaba acostumbrada a recibir visitas todos los días y Nick no perdía la oportunidad para verla, aunque sea unos cuantos minutos al día.

Lamentablemente, debido al brote de coronavirus, el centro de retiro cerró sus puertas para evitar que la enfermedad se propague entre los ancianos que habitan el lugar. Esto fue un duro golpe para Nick, quien comenzó a deprimirse por no poder ver a su amada, por lo que sus hijos y nietos decidieron ayudarlo.

La familia de Nick se reunió y comenzaron a idear un plan para poder reunir a los enamorados. Uno de los miembros sugirió usar una grúa y ponerla frente al cuarto de la abuela y que él subiera en ella para poder verla. Aunque en un principio todos se burlaron de la idea, al poco tiempo comenzaron a pulir el plan.

Al escuchar la descabellada idea, Nick aceptó sin dudarlo y su familia le consiguió una grúa, se dirigieron al centro de retiro y el abuelo subió a la canastilla que lo llevó hacia el cuarto de Marion, en un tercer piso.

Nick y Marion platicaron alrededor de media hora mientras mantenían la sana distancia y él portaba una mascarilla para evitar contagios. Ambos se alegraron bastante de verse y su historia fue seguida por varios medios de comunicación que pronto convirtieron la noticia en una historia de amor viral. (Guía del varón)