Los ladrillos fueron fabricados por estudiantes, liderados por Suzanne Lambert, en la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica.

Se crean mediante un proceso natural, similar al que permite formar las conchas de mar, utilizando granos de arena y bacterias que forman la enzima ureasa. Esta descompone la orina, lo cual produce carbonato de calcio que permite que la arena tome forma.

A diferencia de los ladrillos tradicionales, que se deben fabricar a temperaturas de 1.400 grados °C, los bioladrillos se crean en moldes a temperatura ambiental.

Debido a su proceso de elaboración, los ladrillos tradicionales generan grandes cantidades de dióxido de carbono. Esta es otra diferencia entre los materiales.

Los bioladrillos generan nitrógeno y potasio, componentes no usados de alto valor que son instrumentales para los fertilizantes comerciales, en su proceso de elaboración. Su resistencia es comparable a la de los ladrillos de barro. (Gizmodo)