Ella trabajaba en un jardín de niños, pero perdió su trabajo después de que una madre de familia acudiera ante la administración de la escuela para poner una queja sobre el excelente aspecto físico de la bella dama, y eso se llama envidia.

De acuerdo con la señora que denunció a Viktoria, las imágenes que la profesora subía a su cuenta de Instagram eran demasiado provocativas y el argumento es que esto podría ‘pervertir a los niños’.

Posterior a la queja inicial, otros padres acudieron a realizar la misma petición, por lo que las autoridades del preescolar no tuvieron otra opción más que pedirle a la profesora su renuncia, y como ella no accedió, la despidieron.

Un portavoz de los padres de familia dijo al respecto: “sus poses no son apropiadas para una persona que trabaja con niños y la forma en que se ve y viste puede afectar de mala manera a los menores”.

Ella dijo en una entrevista para un medio local: “las fotos solamente muestran momentos en mi vida. No tienen otra connotación aparte de esa. No veo nada censurable en ellas”.

Echemos un vistazo a esta maestra: