La vara es que, al parecer, las mujeres bajitas y los hombres altos son la combinación perfecta. Claro que hay excepciones y casos contrarios que confirman la regla.

Un estudio de 2017 concluyó luego de que se investigó a más de 8 mil participantes, que hay una correlación directa entre la altura de un hombre y la felicidad de su pareja. Es decir, si sos más alto que tu esposa, entre más alto seas, mejor será su relación.

La razón está ligada a la evolución, biología y psicología humanas. Como sabemos, hombres y mujeres tienen distintas características físicas y mentales para distintos propósitos evolutivos.

Los hombres son más grandes que las mujeres en tamaño porque son proveedores y protectores de las parejas y los niños, desde tiempos inmemoriales.

Cuando un hombre es más grande que su pareja, es indicativo de que es más fuerte y dominante y tiene más capacidad de proteger a su familia, lo que hace maravillas por su ego y por lo tanto lo hace feliz. De igual forma, la mujer es más feliz cuando su pareja cuida de ella y sus hijos, incluso en la era actual.

La explicación es netamente basada en biología, y supuestamente está enraizada en nuestro ADN. Según otro estudio previo, entre más alto es el hombre, tiene más potencial de tener mejores ingresos, lo que también hace a las mujeres extremadamente felices, suponemos.

Al parecer, los empleadores ven a los tipos con más elongación, como personas más capaces y en quienes se puede confiar, que es porqué son los primeros en ser considerados para promociones y aumentos.

Como sea, también vale la pena señalar que hay una insatisfacción marital que empieza a aparecer a los 18 años de casados, sin importar que seas tan alto como la torre Eiffel. (Fuente Guía del Varón)