Ustedes se han preguntado ¿qué hay detrás de la irresistible mirada de un cachorro? La ciencia parece haber encontrado la respuesta.

Una nueva investigación difundida el lunes deja entrever que, durante miles de años de domesticación canina, las personas se inclinaron por animales que tuvieran esa expresión de tristeza en los ojos. Y eso alentó el desarrollo del músculo facial que la permite.

Los perros utilizan ese músculo para levantar las cejas y crear una expresión similar a la de los bebés. Ese músculo es prácticamente inexistente en sus ancestros, los lobos.

Los perros son distintos a los lobos de muchas maneras, desde los hocicos más cortos y una menor talla, hasta las expresiones faciales.

Los científicos examinaron los músculos oculares en los cadáveres de seis perros y dos lobos. Encontraron que los perros cuentan con un músculo ocular carnoso para levantar las cejas y lograr su expresión característica.

Evan MacLean de la Universidad de Arizona calificó los hallazgos de fascinantes, pero advirtió que la diferencia muscular podría ser un efecto indirecto de otros cambios en lugar de una respuesta específica a la influencia humana. (Infobae)