Epicenter, es la empresa que, dedicada a la innovación digital, ha demostrado que la tecnología aparentemente distópica puede ser muy convenientes. Ellos son los resposables de instalar este microchip que sirve para abrir puertas, operar impresoras y comprar productos con tan sólo un movimiento de la mano.

«El mayor beneficio que veo es la conveniencia», dijo Patrick Mesterton, cofundador y director ejecutivo de Epicenter. «Básicamente reemplaza muchas cosas que tienes, otros dispositivos de comunicaciones, tarjetas de crédito o llaves».

La tecnología en sí no es nueva, aunque nunca se había usado de manera tan rutinaria en las personas y mucho menos en la oficina. Los usos más comunes para los chips son las mascotas, y las compañías suelen usarlos para rastrear embarques.

La inyección es biológicamente segura, aunque genera interrogantes de seguridad y privacidad. Por ejemplo, el chip puede generar datos que muestren cuán a menudo los empleados van a trabajar o qué compran y, a diferencia de otros dispositivos que pueden cumplir funciones similares, como el celular, el implante no es fácilmente removible.

Los implantes giran alrededor de una tecnología llamada Near Field Communication (NFC), o comunicación de campo cercano. Al ser activados por un lector cercano externo, fluyen entre sí una base de datos que generan ciertas funciones. No corren peligro, ya que son «pasivos», por lo cual puede ser leída por otros aparatos, pero no puede leer información independientemente. (Fuente Infobae)