Shawn y Donna Harman son los propietarios del restaurante, que solo tenía permiso para hacer entregas a domicilio o para que los clientes recogieran ahí su pedido, pero pensaron que sería una buena medida tener algunos comensales en sus instalaciones, además de que aseguran que esto además es muy divertido.

Por lo pronto han construido diez mesas de este tipo, ya que la empresa que las creó es propiedad de un primo de Donna. Como les gustó tanto el resultado, ya están pensando en ponerlas a la venta para otros restaurantes o, bien, rentarlas para cuando quieran tener un evento especial de “mesas choconas”. No cabe duda de que toda crisis trae consigo una oportunidad.

Todavía está pendiente que las autoridades permitan que los comensales se reúnan en el local y usen estas mesas, pero parece una gran idea y seguramente dentro de poco se organizarán batallas entre mesas, tal vez ofreciendo algún platillo gratis para el ganador, y todo manteniendo una sana distancia. La creatividad nos puede brindar alternativas divertidas aún en los peores momentos. (Guía del Varón)