La promoción comenzó el viernes pasado y debía durar dos meses, suponemos que porque Domino’s jamás tuvo en cuenta que en el planeta hay un gran número de personas dispuestas a todo por conseguir su plato favorito gratis de por vida.

Había varias condiciones. Primero, el tatuaje debía ubicarse en “un lugar prominente” y se esperaba que los participantes compartieran fotos del tatuaje en las redes sociales.

Domino’s también explicaba que los tatuajes se revisarían ​​para verificar su autenticidad, y agregó que aquellos que recibieran un certificado de pizza de por vida estarían restringidos a un límite de no más de 100 pizzas por año (durante 100 años).

Sin embargo, la compañía tuvo que finalizar la promoción cinco días después. Sí, centenares de rusos habían unido para siempre el logo de la cadena a sus pieles.

En cuestión de horas, la noticia se hizo viral, y los días siguiente comenzaron a llegar imágenes en las redes sociales rusas de usuarios tatuados en las piernas, brazos y otros lugares del cuerpo para unirse a la promoción.

Tal fue la demanda que el martes de esta misma semana Domino’s anunció en la red social VKontakte que la promoción terminaba en horas.

El mensaje terminaba recordando a los que tenían intención de tatuarse que cancelaran la fecha del mismo: “A aquellos con citas programadas para más adelante, les recomendamos que las cancelen”.

Domino’s Russia probablemente jamás pensó que tantas personas aceptarían el desafío: en tan solo cinco días, más de 300 personas se tatuaron su logotipo. (gizmodo)